Es la diosa del amor y la belleza, y se identifica en Roma con la antigua divinidad itálica Venus.
Afrodita es partícipe de un sinnúmero de leyendas. Primero, se casó con Efesto (dios del Fuego), pero estaba enamorada de Ares (dios de la Guerra).
Cuenta Homero que mientras los enamorados se entregaban a la pasión en una madrugada, en el lecho de Afrodita, Efesto celoso les había puesto una trampa, pues el Sol le había contado que su amada le estaba siendo infiel.
Cuando los amantes se dieron cuenta ya estaban atrapados en una red mágica que tenía el esposo de la bella diosa, y éste fue a llamar a todos los dioses para que fueran testigos del engaño. Todos se burlaron del asunto, pero Poseidón (dios del Mar) pidió clemencia y por eso Afrodita y Ares fueron liberados. La diosa avergonzada huyó a Chipre, mientras que Ares se fue a Tracia. Sin embargo, sus amores tuvieron fruto y de tal unión nacieron Eros (dios del amor) y Anteros, Deimo y Fobos (el Terror y el Temor) y Harmonía. A veces también se agrega a Príapo.
Por otra parte, caer en su gracia era igual o más peligroso. Cuando la Discordia lanzó una manzana a la más hermosa de las diosas, e hizo que compitieran Afrodita, Atenea y Hera, Zeus decidió que fuera Alejandro (Paris, héroe troyano) el que definiera quién era la más hermosa, y cada una le ofreció un regalo a cambio de que la escogiera. Atenea le ofreció hacerlo invencible en la guerra, Hera le prometió el reino del universo y Afrodita la mano de Helena, quien era la mujer más hermosa del mundo. Paris eligió a Afrodita y fue por esta promesa que se inició la famosa Guerra de Troya.
Aunque Troya iba a perder la guerra definitivamente, Afrodita logró rescatar la raza de los aqueos con su hijo Eneas, quien luego viajara a una tierra desconocida donde sus descendientes Rómulo y Remo fundarían Roma.
Así es como para los romanos Afrodita, Venus para ellos, fuera su protectora particular y por eso César le levantó un templo bajo la invocación de Venus Madre.
Los animales favoritos de esta diosa eran las palomas, y estas aves arrastraban su carro. Sus plantas eran la rosa y el mirto.
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